sábado, 15 de noviembre de 2014

Residuos Utilizados


Cascarilla de arroz
 
La cascarilla es el residuo que se genera en el proceso de molienda o trilla del arroz  verde para la obtención del arroz. Por cada grano de arroz consumido se genera una cascarilla. Por cada 5 Toneladas de arroz se genera 1 Tonelada de Cascarilla. [1].
 
La cascarilla de arroz proviene de la  zona arrocera del norte de Colombia existe un potencial de:
  • 16 Mil ton/año de Barranquilla
  • 10 Mil ton/año de Magangué
Sus características físicas más significativas son las siguientes: 
  • Peso específico 0,78 g/cm3
  • Densidad aparente sin compactar 0,108 g/cm3
  • Densidad aparente compactado 0,143 g/cm3 [3].
La composición orgánica de la cáscara de arroz es similar a la de la mayoría de las fibras orgánicas, conteniendo celulosa, hemicelulosa, lignina, compuestos nitrogenados, lípidos y ácidos orgánicos Los componentes inorgánicos generalmente se determinan en la ceniza de cáscara de arroz. La composición inorgánica de la ceniza difiere de las cenizas de otras fibras orgánicas, ya que tiene un elevado contenido en sílice [2]. Este elevado contenido de sílice amorfa que posee la ceniza de cáscara de arroz, hace que resulte interesante su utilización como adición puzolánica en el hormigón basado en cemento Pórtland, permitiendo un reemplazo parcial del cemento [3], y reduciendo la permeabilidad de los hormigones a tiempos medios y largos de curado [4].

La cascarilla pesa 10 veces menos que el agua. Su densidad es baja, por lo cual al apilarse ocupa grandes espacios. Tiene aproximadamente la mitad del poder calorífico del carbón.

Los principales inconvenientes que presenta el utilizar la cáscara de arroz como material de construcción son su porosidad, su humead, y sus componentes orgánicos. Al agregar agua por encima a la cascarilla de arroz, esta se "canaliza" y se producen zonas muy húmedas al lado de zonas muy secas. Tiene un efecto de retardo en el inicio de fraguado y pérdida de resistencia, debido a su solubilidad parcial en agua.  Debido a la estructura cerrada, la combustión se dificulta, y, por
el alto contenido de sílice (el 20 %), es de muy baja biodegradabilidad en condiciones del ambiente natural.

Ceniza de cascarilla de arroz:
La cascarilla tiene aproximadamente la mitad del poder calorífico del carbón. Y a pesar de ser una fuente calorífica, requiere de mecanismos de aceleración para el proceso de la combustión. 

Un elevado porcentaje de humedad reduce la eficiencia en la combustión debido a que gran parte del calor liberado se utiliza para evaporar el agua y no se aprovecha para la reducción química del material. Al  quemarse, la cascarilla de arroz no debe presentarse problemas de escorificación por bajo punto de fusión de sus cenizas, que está alrededor de los 1500°C.  Lo usual es que se produzca una ceniza muy fina. [5]

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